El bosque

-¡Exijo qué me soltéis! Por favor, os lo suplico no me hagais nada- suplica Madge a los guardias que la sujetan de los brazos con los ojos llenos de lágrimas.
Sé que tengo que hacer algo pero que si intervengo para ayudarla todo el plan se perderá y no podremos rescatarles a los demás y ,si está Prim, a Prim. Tengo poco tiempo para decir que solución darle, si quiero salvar a Madge es ahora o nunca.
Peeta me mira sabiendo lo que pasa por mi mente y aunque veo en su mirada que es una locura asiente la cabeza como diciendo `hazlo´. Cojo mi arco y me coloco en posición para disparar, agarro una flecha cualquiera del carcaj y con el arco tensado, la flecha rozando me el labio y las manos temblandome , estiro el brazo derecho hacia atrás y disparo.
La flecha da en el estómago de uno de ellos que se lleva al segundo las manos a él y cuando les quita se encuentra horrorizado que están llenas de sangre. Aunque aún no nos han visto empiezan a disparar sus armas y a pedir por el walkie-talkie refuerzos y un médico. En el momento en que el guardia herido cae al suelo bañado en sus gotas de sudor causadas por el dolor y blanco como las esponjosas nubes del cielo el otro guardia desatiende a Madge, a la que llevaba sujeta del brazo todo este tiempo, y corre a ayudarle. No nos paramos a verle morir si no que agarro a Madge del brazo y corro. Corremos hasta dentro del bosque sin saber a donde vamos. Cuando por fin vemos que no hay nadie paramos jadeando y nos sentamos. Me gustaria darle un abrazo a Madge y contarle todo lo ocurrido y que ella me informe si sabe algo pero me fijo en el grupo y veo que algo no encaja.
-¿ Y Rue? ¿Dónde está Rue?- pregunto alterada.
- Estará por ahi, esa niña es muy lista- asegura Clove incorporandose del cansancio de correr.
. Pero prometí cuidarla y falle- digo aguantandome las lagrimas con la idea de que le ha pasado algo en la cabeza.
Por un momento todos guardamos silencios hasta que nos damos cuenta que Madge está ahí.
-Madge,¿estás bien? ¿Qué te ha pasado? ¿Cómo has llegado hasta aqui?- la ataca a preguntas Peeta después de los abrazos y presentaciones.
-Sí, os lo contaré todo pero ahora prefiero descansar. Es tarde y lo necesito.- dice apuntando al cielo que oscurece mientras se recuesta en una roca y con su abrigo se tapa.
Como todos estamos igual decidimos dormir también pero no lo consigo porque no se donde está Rue.
Cuando ya por fin cojo el sueño, un ligero ruido de unas ramas me despierta. Veo una sombra a lo lejos que se acerca poco a poco.
-¡Rue! ¿Dónde te habias metido? Estaba muy preocupada- la regaño preocupada.
- Me subí a una rama a vigilar el bosque cuando sin querer me cai golpeándome la cabeza en el suelo y quedándome incosciente.- Me explica- pero él me salvó y me trajó hacia vosotros.
-¿Él? ¿Quién es él?- pregunto cuirosa.
Rue señala a un punto con su dedo índice y sigo la dirección que marca hasta que lo veo aparecer. Es la luna la que me permite verlo. Es Thresh.