Una visita inesperada

Cuando abrí los ojos, preocupada por el sueño que tuve, pude ver a Peeta junto a mi abrazandome. Desde que le dijé real no nos despegamos ni un segundo. Aunque resulta un poco incomodo cuando hay gente soy ya tan conocida que debo de reconocer que me gusta.
Total que me levante con cuidado de no despertarlo y me quede de pie mirando a la ventana. Hoy hace un año murió Prim. ¿Otra vez ese sueño?- Intervinó Peeta en mis pensamientos. -Sí, otra vez-. Lo cierto es que llevo todas las noches soñando en el día en el que perdió su vida para salvar la de los demás.
Veía la casa vacia sin Buttercup. Nos lo quedamos nosotros para tener un recuerdo de Prim pero al parece en una visita al bosque habia tenido gatitos y ahora estaba ocupandose de ellos. De repente me di cuenta de que por mucho que queria mostrarme ajena a lo ocurrido no iba a poder ser asi. Hoy iban a venir a vernos Annie y su hijo. Annie es la mujer de Finnick y lo perdió cuando yo perdí a mi hermana, yo estaba allí, asi que a Peeta se le ha ocurrido pasar el día con ellos dado a la confianza que ha cogido con su hijo que para él es como un sobrino.
Eran ya la una, Peeta llevaba trabajando en los cuadros toda la mañana pero ahora ha vuelto para poder saludarlos. Peeta durante este tiempo se ha dedicado más a pintar que a cocinar salvo para nosotros, sus cuadros sobre los juegos han tenido mucho éxito pero me traen tan malos recuerdos que prefiero no verlos.
Puedo ver como una furgoneta negra se acerca hacia nosotros, son ellos. Pero a medida que se acerca veo que no es Annie la que está en el coche. Me quedo paralizada sin poder creer quien estaba allí, pero si él... él murió. Y es que ahora cuando lo distingo perfectamente siento una mezcla de alegria y miedo por el cuerpo. Y es que es Cinna.